Resistencia a la Cara Sucia de la Transición Verde Sulawesi, Indonesia

Estudio de Caso Emblemático de la Organización Sí a la Vida, No a la Minería

 

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Foto: Representantes de Sí a la Vida No a la Minería y de Rainforest Rescue con la comunidad de Loeha Raya, en Sulawesi del Sur, que se opone a la extracción de níquel en sus tierras y aguas.

El caso de Sulawesi pone de relieve cómo algunos se están llevando la peor parte de la «transición verde», y muestra lo sucio que puede llegar a ser lo «verde».

En octubre de 2023, la red Sí a la Vida, No a la Minería (Yes to Life No to Mining), junto con Salva la Selva, visitó la isla indonesia de Sulawesi (Célebes) como parte de una visita solidaria a comunidades que resisten a la extracción de los llamados “Minerales de transición”, es decir, materias primas identificadas por los gobiernos y la industria como “necesarios” para la transición a un futuro de bajas emisiones de carbono. El caso de Sulawesi resalta la manera en la que algunas personas sufren las peores consecuencias de la “Transición verde” y muestra lo sucio que puede llegar a ser lo “verde”.

Sulawesi ha sido designada un sitio clave para la biodiversidad global, hogar de un rico ecosistema de bosques tropicales, ríos, montañas y vida silvestre endémica. El cultivo de pimienta, la gestión de los bosques tropicales y la pesca son las formas más comunes que la población tiene de vivir de la tierra. Desafortunadamente, la gente y la ecología de Sulawesi también se encuentran asentadas sobre las reservas de níquel más grandes del mundo.

El níquel se utiliza en la fabricación de acero inoxidable y la manufactura de baterías; por lo tanto, se busca para utilizarse, entre otras cosas, en la construcción de turbinas eólicas y la fabricación de Vehículos Eléctricos (VE). El gobierno indonesio, con el propósito de aprovechar el futuro y las promesas generadas en torno al metal, prohibió la exportación del mineral de níquel en bruto en 2020, y optó por invitar a las multinacionales a construir fundiciones y plantas de procesamiento para convertir el mineral en un producto de valor más elevado. La mayoría de estas corporaciones, desde Australia, Brasil, China y otras economías importantes, han llegado a Sulawesi, contribuyendo de esta forma a transformar Indonesia en el productor de níquel más grande del mundo. En toda Sulawesi se han utilizado 370 000 hectáreas para la minería de níquel y existen permisos para más de 500 000 hectáreas.

Foto arriba: La belleza de Sulawesi. Atravesando el lago Towuti (el segundo más grande de Indonesia) para reunirnos con la comunidad local y los cultivadores de pimienta de Tanamalia, que se resisten a la mina de níquel del gigante minero brasileño Vale.

Foto arriba: La belleza de Sulawesi. Atravesando el lago Towuti (el segundo más grande de Indonesia) para reunirnos con la comunidad local y los cultivadores de pimienta de Tanamalia, que se resisten a la mina de níquel del gigante minero brasileño Vale.

Foto abajo: Centrales eléctricas de captura de carbón para alimentar las fundiciones de níquel que se están construyendo a lo largo de la costa de Sulawesi Central, camino del Parque Industrial de Morowali.

Repercusiones de la extracción de níquel en Sulawesi

Foto: Explotaciones de pimienta en Loeha Raya, Sulawesi del Sur, Indonesia. Los cultivadores de pimienta de la zona emplean a miles de temporeros durante la temporada de recolección. Sin embargo, la extracción de níquel amenaza la existencia misma de estos cultivos de pimienta, poniendo en peligro no sólo la creación de empleo para las personas que lo necesitan, sino también el sustento de los propios agricultores de pimienta.

Los efectos sobre la población local han sido devastadores

Los efectos en la población local han sido devastadores. A varios agricultores se les han incautado sus tierras sin previo aviso y con muy poca o sin ningún tipo de compensación; sus granjas de pimienta fueron destruidas ante sus ojos, mientras eran retenidos por la policía, la cual estaba presente para proteger los intereses de las empresas. Los deslizamientos de tierra y los constantes sedimentos que salen de las minas han destruido los suministros de agua de las comunidades. El desperdicio tóxico de las centrales eléctricas de carbón, junto con la descarga de aguas procedentes de las minas, ha afectado la vida marina, poniendo en riesgo el medio de subsistencia de los pescadores.

Uno de los mayores impactos de la minería del níquel es la contaminación del agua. Las organizaciones Friends of the Earth Japan y Pacific Asia Resource Centre, junto con nuestro miembro Sulawesi Alliance, investigaron la calidad del agua en lo que respecta a los proyectos de minería de níquel de la empresa PT Vale Indonesia (subsidiaria de la multinacional brasileña Vale) y encontraron altos niveles de cromo hexavalente Cr(VI), un metal pesado tóxico y cancerígeno. Este ingrediente tóxico puede provocar daños al hígado y a la piel y también dar paso al cáncer.

Se demostró sistemáticamente en esta investigación, que en Sorowako, Regencia de Luwu del Este en Sulawesi meridional, el río Lawewu contiene niveles más altos de Cr(VI) que los aceptados por las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por las normas del gobierno de Indonesia. Su presencia se encontró corriente arriba, alrededor de las operaciones de minería de níquel, y corriente abajo, cerca de donde los caudales de Lawewu llegan al lago Matano, un área de conservación reconocida a la que tiene alta protección. Se espera que tales niveles se incrementen conforme el cambio climático cause un clima más extremo con mayores precipitaciones pluviales. El aumento de las lluvias significa que más metales pesados llegan a los ríos, lagos y mares.

También se sometió a prueba la fuente de agua situada por arriba del poblado de Asuli, en el distrito de Towuti, en donde PT Vale expendió su operaciones en 2017. Los niveles alcanzaron 0,110 mg/L, muy por arriba del nivel recomendado de 0,05 mg/L por la OMS. Los pobladores de Asuli informaron que su agua había obtenido un color marrón y tenía un flujo inestable desde que se empezó a expandir la minería de níquel.

Muhammad Al Amin, miembro de Yes to Life No to Mining (YLNM) y director ejecutivo de Wahana Lingkungan Hidup Indonesia (WALHI) South Sulawesi, explica cómo PT Vale ha controlado el agua de la zona construyendo presas y tomando el agua para producir energía para sus operaciones mineras sin preocuparse por las necesidades de la comunidad local.

Parque Industrial en Morowali (PT. IMIP)

Parque industrial de Morowali: un infierno lleno de minas, fundiciones y plantas de procesamiento, que se extiende a lo largo de la contaminada costa de Sulawesi Central.

Conforme conducíamos por lo que ya se conoce como “el epicentro mundial de la producción de níquel”, el parque industrial Morowali, un paisaje infernal lleno de minas, fundiciones y plantas procesadoras, el cual se extiende a lo largo de la costa contaminada de Sulawesi Central, no nos quedó ninguna duda acerca de las sensaciones que despierta una “zona de sacrificio”. Lo pudimos sentir en nuestros pulmones y en nuestra piel. Lo olimos en el aire lleno de humo y sentimos su sabor en los platos llenos de polvo (“más vale no probar el pescado”). No es fácil imaginarse cómo es vivir, trabajar y comer aquí todos los días.

Y no obstante, siguen viniendo a trabajar: se emplean a 81 000 personas en esta área industrial de 3000 hectáreas. No solo los trabajadores tienen que enfrentarse a un entorno tóxico, también hay frecuentes accidentes dentro de las minas y las plantas debido a las condiciones de trabajo, poco seguras para una fuerza laboral no sindicalizada. Al final de nuestro viaje, hablamos con un ex empleado que había sido gerente para seis empresas mineras distintas. Dijo que ya no podía lidiar más con el caos y la falta de orden en un entorno en donde la falta del mismo puede significar peligro e incluso la muerte. Poco después de que hubiéramos salido de la isla, murieron 18 trabajadores y 41 resultaron heridos en la explosión de un horno en una planta de níquel china. Entre 2019 y 2023 se perdieron 30 vidas en total.

El siguiente vídeo es una recopilación de las minas, fundiciones, plantas de procesamiento y costas contaminadas que presenciamos conduciendo por el Parque Industrial de Morowali.

Foto: Parque Industrial Morowali de Indonesia (PT. IMIP), Sulawesi Central, Indonesia. Crédito: Google Earth.

Defensoras de la Vida: Las Mujeres Lideran la Lucha Contra la Extracción de Níquel

Comunidad Torobulu

Visitamos el poblado de Torobulu, en el sureste de Sulawesi y nos saluda calurosamente un grupo extenso de mujeres que se han organizado contra una mina de níquel a cielo abierto, a tan solo 100 metros de su poblado. El Proyecto de PT WIN (nombre completo de la empresa: Wijaya Intan Nusantara Mining, propietario: Frans Salim Kalalo), que suministra el mineral de níquel a la industria automotriz, causa contaminación de las dos fuentes de agua y campos de arroz de Torobulu, así como también causa la nube de polvo negro que cuelga constantemente sobre sus cabezas y que se está asentando en sus hogares.

La comunidad, junto con el poblado y los jefes del distrito, se reunieron con la empresa, que acordó detener sus actividades. No obstante, no se respetó la promesa y el 6 de noviembre de 2023 un grupo de residentes cuestionó la presunta actividad ilegal de la empresa minera . Dos líderes de la comunidad, la Sra. Haslilin (Mama Kila) y Andi Firmansyah fueron señaladas y se les acusó de “obstruir o interferir con las operaciones de la minera”.

Se ha criminalizado de manera constante a estas dos líderes por su defensa del ambiente, los derechos humanos y los derechos de su comunidad. En octubre de 2023, entrevistamos a Mama Killa acerca del hostigamiento judicial al que se ha estado enfrentando. Cuando estábamos platicando, su hijo pequeño se acercó, claramente alterado. “Está traumatizado”, nos explicó Mama Kila. “Se encontraba presente cuando me detuvo la policía y me llevó por la fuerza. Por lo que tiene miedo de que vuelva a pasar, que alguien me separe de él”.

Después de una espera larga, ardua e incierta, el 1 de octubre de 2024 el juzgado en Andolo, Sulawesi, levantó todos los cargos contra Mama Kila y Andi Firmansyah. En un fallo que vindicó las acciones de los Defensores de los Derechos Humanos, la jueza Nursinah declaró que debido a que PT WIN no proveyó ninguna Evaluación de Impacto Ambiental, “era natural” que la comunidad cuestionara sus actividades. Ratificó el derecho de la comunidad a un entorno saludable, y por lo tanto, su derecho en contra de la minería del níquel.

No obstante, el calvario aún no ha terminado, ya que la fiscalía ha expresado su intención de llevar el caso a la Suprema Corte en Yakarta. La historia de Mama Kila ejemplifica la situación que enfrentan varias mujeres cuando defienden el futuro de sus hijos y las futuras generaciones. Se enfrentan a la intimidación, el acoso y la amenaza de la pérdida de su libertad debido a su cuestionamiento de un sistema que permite la devastación ambiental. Otras 26 mujeres en el pequeño poblado de Torobulu han recibido advertencias judiciales y parece que la fiscalía podría tener intenciones de usar a la Sra. Haslilin como ejemplo.

Foto: Yes to Life No to Mining y Rainforest Rescue en solidaridad con las mujeres de Loeha Raya que se resisten a la extracción de níquel.

Comunidad Loeha Raya

PT Vale Indonesia cuenta con un área de concesión a la que la empresa denomina Bloque Tanamalia, que abarca 21 020,63 hectáreas. Pero la población local en esta parte del Distrito de Towuti, Regencia de Luwu del Este, no llaman a su hogar “Bloque Tanamalia”. Ellos lo llaman Loeha Raya, lo cual comprende a los poblados de Loeha, Rante Angin, Masiku, Bantilang y Tokalimbo. La principal actividad económica para las 3342 personas que viven en el área es el cultivo de pimienta, y la mayoría de las familias ha gestionado sus pequeñas plantaciones de pimienta durante más de 40 años. Y se trata de un sustento próspero. Los tres millones de árboles de pimienta existentes en el área producen más de 25 000 toneladas de pimienta que proveen un sustento decente para las comunidades locales, así como 10 000 empleos para los trabajadores temporeros durante el cultivo y la cosecha.

La gestión del bosque tropical también es un medio de subsistencia, ya que la tierra contiene el último bosque tropical virgen en Sulawesi del Sur. Las 13 522 hectáreas de bosque tropical, a su vez, protegen a las personas al proveer una zona de protección contra incendios, regula las precipitaciones y el clima, y es la principal fuente de agua para las comunidades de Loeha Raya. También aloja algo de la flora y fauna más diversa en el mundo, una parte de la cual ya se encuentra en peligro de extinción.

No obstante, la PT Vale se comenzó a expandir hacia la rica red de ecosistemas a principios de 2022. E hicieron lo anterior sin informar, consultar ni obtener el consentimiento de los agricultores de pimienta, ni de otros trabajadores agrícolas, pescadores o sus familias. Pero además, invitaron al ejército y a la policía para reprimir el descontento y las protestas.

Las mujeres de la comunidad formaron un grupo denominado Mujeres Luchadoras de Loeha Raya. Estas mujeres organizan la campaña para proteger el aire, el agua, la tierra y las comunidades contra la expansión de la minería del níquel y fueron nuestras anfitrionas durante nuestra estadía en Loeha Raya.

Una luchadora de Loeha Raya explica los problemas a los que se enfrentan contra la extracción de níquel para proteger sus bosques y su medio de vida mediante el cultivo de pimientos.

Acoso, Intimidación y Criminalización

En la cena de despedida que nos ofrecieron, nos interrumpió la visita sorpresa del Jefe del Poblado, exigiendo que mostráramos nuestros pasaportes, visas y el motivo por el que estábamos allí. Ya le habían informado por adelantado de nuestra visita, y desde entonces, otras fuerzas lo habían presionado para no darnos la bienvenida. Este tipo de vigilancia de los defensores ambientales y de los derechos humanos no es nada excepcional para las comunidades de Loeha Raya. Al día siguiente, cuando continuamos con nuestro viaje por lancha por el lago Towuti, recibimos una recepción similar por parte de las autoridades del siguiente poblado con las mismas demandas. Nuestro anfitrión del “Tour Tóxico”, Muhammad Al Amin, Director Ejecutivo de la ONG local Walhi South Sulawesi, ya había sido intimidado con anterioridad con afiches de “Se busca” en las estaciones de policía locales y con mensajes amenazantes de que no debería regresar.

Al día siguiente, cuando continuamos con nuestro viaje por lancha por el lago Towuti, recibimos una recepción similar por parte de las autoridades del siguiente poblado con las mismas demandas. Nuestro anfitrión del “Tour Tóxico”, Muhammad Al Amin, Director Ejecutivo de la ONG local Walhi South Sulawesi, ya había sido intimidado con anterioridad con afiches de “Se busca” en las estaciones de policía locales y con mensajes amenazantes de que no debería regresar.

Pero sí regresó, y Walhi South Sulawesi ha apoyado con múltiples escritos a las comunidades en la primera línea de la minería de níquel y le ha recordado al gobierno brasileño (país de origen de la minera Vale), accionistas de Vale, el gobierno de Noruega (a través de su Banco Norges de Gestión de Inversión), el gobierno indonesio, y a varios organismos internacionales de derechos humanos, acerca del derecho que tienen las comunidades a decir “no” a las mismas prácticas mineras destructivas que se pueden ver en las minas de níquel de la PT Vale que están en funcionamiento en las cercanías de Sorowako. En una demostración por atender las inquietudes de la comunidad, PT Vale contrató a un supuesto contratista independiente, en noviembre de 2023, para llevar a cabo las entrevistas a un pequeño número de personas de la comunidad de Loeha Raya; esa era su versión de una consulta. Tal contratista fue designado y recibió instrucciones por parte de Vale, recibió su pago de parte de Vale, lo transportó Vale y entregó su informe solo a Vale. Las comunidades no han visto el informe resultante. A pesar de esta farsa de consulta y de las preocupaciones constantes y sin solucionar de las comunidades locales, recientemente se ha vuelto a emitir la concesión de la PT Vale.

Foto: Cartel de «Se busca» de Muhammad Al Amin, socio de YLNM y director de la ONG local WALHI South Sulawesi, colocado en comisarías. También se le enviaron mensajes indicándole que no regresara.

La Fuerte Resistencia Liderada por las Mujeres Sigue Luchando Contra el Extractivismo

Con base en nuestras conversaciones con las comunidades de Loeha Raya y Torobulu, en donde ha surgido una fuerte resistencia dirigida por mujeres para combatir la expansión extractiva, nos ha quedado muy clara la razón por la cual hay un rechazo a la minería como un medio de subsistencia viable. La contaminación causada por la minería está justo delante de sus ojos, en sus cuerpos, en las aguas que las rodean y en el ambiente. La minería nunca puede ser sustentable, de hecho es inherentemente no sustentable: extrae, contamina y abandona. Las redes globales de solidaridad, como Yes to Life No to Mining, pueden ayudar a las comunidades a ver lo que estas empresas han hecho en otros lugares. En el hogar de Vale, en Brasil, de 2015 a 2019, la empresa fue responsable de dos derrumbes distintos de presas de relaves, el más reciente mató a 272 personas en Brumadinho.

Es habitual que sean las mujeres las más afectadas por el impacto del extractivismo. La minería impacta primero en el hogar, en lo que se refiere al suministro de agua y alimentos para darle de comer a la familia, y también en lo que se refiere a las cosechas fallidas y a la muerte de los animales. Además, de esta ruptura social y familiar, la creación de distritos mineros con trabajadores temporales, principalmente hombres, por lo general crea un mayor tráfico humano para la explotación sexual de las mujeres, junto con un incremento de la violencia intrafamiliar. Sí, son las mujeres las que se están haciendo presentes para dirigir la resistencia, a pesar de las continuas opresiones patriarcales.

Foto arriba:: YLNM y Rainforest Rescue se solidarizan con las mujeres de Torobulu que se mantienen firmes en su resistencia a la extracción de níquel en sus tierras y aguas.

Foto abajo: YLNM y Rainforest Rescue sentados con las mujeres de Torobulu en su pueblo discutiendo su resistencia a la minería de níquel que se está llevando a cabo a sólo 100 metros de su casa.

Alternativas a la Minería del Níquel y al Extractivismo

Foto: Una cooperativa de mujeres llamada «Community Caring for Women», con sede en Tompira, en Sulawesi Central, elabora siete productos diferentes a partir del río, como palitos de mejillón y otros alimentos. Su cooperativa y sus medios de vida están amenazados por la extracción de arena río arriba, que se utiliza en la construcción de minas y fundiciones de níquel.

Hemos visto que en Loeha Raya existe una alternativa a la minería; el cultivo de pimienta y otras formas de agricultura sustentable. En realidad, este no es un medio de subsistencia alternativo, sino un medio de subsistencia preexistente y exitoso. La minería es la alternativa, que la población rechaza de manera contundente. Hablamos con un ex trabajador que nos comentó que se encuentran económicamente mejor con el cultivo de pimienta, sin mencionar el sustento y el trabajo en un entorno más saludable y seguro, y mencionó, con “una conciencia más limpia”.

Haryono, antiguo minero, abandonó la extracción de níquel por la destrucción del medio ambiente y las inseguras condiciones de trabajo.

Y las «alternativas» abundan.

Y abundan las “alternativas”. En Sulawesi central, en el pueblo de Tompira, visitamos una cooperativa de mujeres productoras, una comunidad que protege a las mujeres y a los niños, que crean siete diferentes productos fabricados a partir de productos del río, como por ejemplo, palitos de mejillones y otros productos alimentarios. La cooperativa está relacionada con las cooperativas de mujeres en otras comunidades, quienes comercializan en los mercados locales.

Pero, una vez más, la extracción de arena para la construcción de minas de níquel y fundidoras amenaza su futuro. El dragado del lecho del río crea nubes de agua turbia que hace que sea más difícil encontrar y pescar a los mejillones y otros peces. También cambia el curso y la profundidad del río y elimina los hábitats. Por lo tanto, el número de mejillones ha disminuido y ahora se tienen que buscar en lugares menos accesibles. Además, la competencia por el espacio para la pesca es cada vez mayor, ya que los pescadores están siendo desplazados de otras áreas a donde ha llegado la minería de níquel. El espacio para la pesca se ha reducido, ya que los propietarios de las plantaciones de palma de aceite a lo largo del río reclaman el río como parte de su concesión y evitan que allí se practique la pesca.

Las economías populares, como la que vimos en Tompira, son sustentables y proveen oportunidades económicas para las comunidades locales, especialmente las mujeres. No obstante, se está volviendo cada vez más difícil que tales economías co existan con las industrias extractivas, como la industria de la minería de níquel. Lo anterior se debe a que los efectos de la minería no están contenidos, la contaminación se propaga por el aire, la tierra y el agua y evita cualquier forma de convivencia.

 

 

La Transición «Verde» Dista Mucho de ser Justa o Ecológica

Queda claro, a partir del caso emblemático de Sulawesi, Indonesia, que el actual modelo para la transición verde está lejos de ser justa, y, que si “Verde” significa sustentable y ecológico, esto claramente no lo es. Se están extrayendo y quemando inmensas cantidades de carbón para alimentar la industria de la minería de níquel, lo que a su vez destruye los ecosistemas, emite cantidades más elevadas de dióxido de carbono, contamina el aire, la tierra y el agua, desplaza a las comunidades y destruye sus medios de subsistencia sustentables. Cualquier persona que se muestre en contra de esta injusticia se enfrenta a las amenazas y la criminalización.

Pero aun así, siguen defendiéndose. Las comunidades de Sulawesi resisten, contra viento y marea, la amenaza de violencia o la pérdida de libertad, ante una de las industrias más grandes y sucias del mundo. Las mujeres con frecuencia están a la cabeza y acompañamos en solidaridad a estas mujeres y a sus familias.

Nos unimos como una red global de comunidades para construir un futuro que nos pueda sustentar; un futuro en el que nosotros, y todo el mundo viviente, pueda prosperar.

Por todo lo anterior, decimos Sí a la Vida, No a la Minería.

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Ver estudio de caso emblemático en Inglés e Indonesia

Producido por Yes To Life No to Mining 2024

Autor: Lynda Sullivan

Editores: Guadalupe Rodríguez, Tom Takezoe, Nat Lowrey

Vídeo, fotos y diseño multimedia: Nat Lowrey

Gracias a Muhammed Ali Amin, a todo el personal y a los voluntarios de Sulawesi Alliance y Rainforest Rescue.

Gracias especiales a las comunidades de Loeha Raya, Tompira y Torobulu en Sulawesi del Sur por acogernos en sus comunidades y compartir sus historias de resistencia.

Este caso emblemático fue apoyado por